

Por fin ha llegado el lugar donde dejarás las cosas sin hogar, todos esos trastos que nunca sabes donde dejar y necesitaban urgentemente encontrar su sitio. Cuélgalo en la puerta o en la pared del salón, la habitación o el baño (para dejar cremas, cepillos, maquillaje...).
El mando, las llaves, los bolígrafos, el libro que te estás leyendo y, a veces, hasta la cabeza. Por fin ha llegado el lugar donde dejarás las cosas sin hogar, todos esos trastos que nunca sabes donde dejar y necesitaban urgentemente encontrar su sitio. Cuélgalo en la puerta o en la pared del salón, la habitación o el baño (para dejar cremas, cepillos, maquillaje...). Nunca se negará a adoptar tus cosas, siempre estará feliz de guardarlas, sea lo que sea, sea donde sea.